domingo, 9 de julio de 2017

¿SOMOS LOS COMUNALES UNOS HEROES DE COLOMBIA?


¿SOMOS LOS COMUNALES UNOS HEROES DE 
COLOMBIA?

No lo creo.

No, porque como hermanos, entre nosotros aún nos odiamos;

No, porque hemos dejado pasar 59 años de historia detrás de la clase dirigente política, con quienes intercambiamos el beneficio por el voto;

No, porque somos amantes a aparentar y posar para la foto;

No, porque como presidentes, nos hemos apropiado desde abajo, del poder de los diferentes órganos de la organización comunal acabando con la unidad organizativa;

No, porque no se dan los estímulos internos ni externos;

No, porque al interior de la organización, las decisiones son unipersonales y/o centralizadas;

No, porque somos más un contenido de retórica que de prácticas, producto de nosotros mismos;

No, porque aunque criticamos la clase dirigente política, no podemos vivir sin ella;

No, porque de nada nos han servido los múltiples encuentros y eventos internacionales, nacionales, regionales y locales, los cuales aprovechamos solo para la firma de nuestra asistencia,  para la pachanga y algo más, menos para fortalecernos;

No, porque en los libros de las juntas de acción comunal, sus afiliados nos interesan más para una elección de dignatarios y la toma del poder, que para su consulta y toma de decisiones;

No, porque primero somos protagonistas políticos que protagonistas de nuestra comunidad;

No, porque el Estado sabe a ciencia cierta que somos fuentes inagotables para la construcción de su poder;

No, porque somos consciente de nuestras debilidades y peor aún, seguimos avanzando de manera irresponsable;

No, porque económica y políticamente, dependemos de los demás;

No, porque las instituciones encargadas de ejercer vigilancia y control sobre las organizaciones comunales, no lo hacen sin antes, anteponer sus intereses personales y políticos, al punto tal que algunos de ellos, hoy hacen parte de sus cuerpos directivos;

No, porque nuestro gran tricolor nacional es sustituido por el colores de los partidos políticos;

No, porque hemos dejado de soñar y de pensar;

No, porque seguimos soñando con el nacimiento del gran Frente Nacional;
No, porque estamos muy distante de la modernización del Estado, la planeación y la ejecución;

No, porque nos hemos quedado contando las 40 ó 50 mil jac que tenemos en todo el país, pero no sabemos para qué sirven o cuál es su utilidad para la sociedad;

No, porque la sociedad civil, política y religiosa no cree en nosotros;


No, no somos héroes, porque dejamos de ser guerreros, hablamos poco y criticamos demasiado, los trabajos los hacen otros y nosotros nos apropiamos, nos olvidamos del respeto y de la fidelidad, nos hemos olvidado de la familia, de la amistad y la ética, nos hemos apartado de la justicia, no gobernamos nos gobiernan como títeres, estamos heridos de muerte, somos mitad humano mitad político, otros.